Este fin de semana he estado en las cinco villas cubriendo el incendio para Heraldo de Aragón.

Cuando llegamos el sábado por la tarde el cielo estaba encendido con un color naranja abrumador y todavía no sabíamos la magnitud que alcanzaría horas más tarde. Mi compañero redactor Íñigo Aristu y yo nos fuimos adentrando por las pistas forestales de la sierra de Luna y fuimos descubriendo un fuego descontrolado, que avanzaba rápidamente con el viento y las altas temperaturas. La verdad que en algún momento lo sentimos cerca, y con la tensión incluso planeábamos cómo refugiarnos si nos alcanzaba.

Afortunadamente, el fuego no llegó a las casas, pero se quedó rozándolas en algunos pueblos.

El domingo volvimos y el paisaje era desolador. El mayor incendio de los últimos tiempos en Aragón, miles de hectáreas calcinadas, varios pueblos desalojados y una gran pérdida.

Quiero agradecer desde aquí el inmenso trabajo de todas las cuadrillas, especialmente de las que iban a pie, peleándose con palas contra el fuego, trabajando la tierra con herramientas y motosierras, y andando kilómetros y kilómetros cargados con mucho peso, con esos trajes y con el calor que hacía. La verdad me parecieron héroes.

Finalmente todo mi cariño a los vecinos, que también trabajaron lo suyo como pudieron, y que van a tener que seguir viendo todo ese monte quemado durante muchos años. Ánimo a todos!

Maite